La refinación global se encuentra en una encrucijada, ya que la cambiante demanda regional, las crecientes presiones de sostenibilidad y la creciente preocupación por la seguridad energética están transformando la industria. La investigación de Rystad Energy muestra que, si bien hoy en día hay menos refinerías, la capacidad total de refinación ha crecido para satisfacer el creciente volumen de petróleo que requiere procesamiento. En las últimas dos décadas, la capacidad global de refinación primaria ha aumentado en aproximadamente 13,5 millones de barriles por día (bpd), o aproximadamente un 15 %. En contraste, el número absoluto de refinerías alcanzó su punto máximo en 2011 y ha estado en constante declive desde entonces, impulsado por el envejecimiento de la infraestructura, la reducción de los márgenes de beneficio y la disminución de la demanda de combustible a medida que avanza la electrificación.
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